En primer lugar, el embalaje cumple una función: para proteger las mercancías que están embaladas. Proteger de la humedad, microorganismos, luz, contaminaciones, impactos, etc., o mejorar la conservación gracias a condiciones específicas que se pueden fijar dentro del envase.
Entonces, el embalaje puede tener otras funciones como atraer a los consumidores, mostrar información sobre el producto o permitir el reconocimiento de la marca.
El embalaje es útil. Si las mercancías tienen que ser descartadas porque el embalaje no está bien diseñado, entonces los bienes y embalajes solo han utilizado recursos y generado residuos a lo largo de toda la cadena de fabricación y distribución sin crear ningún valor.
La función central del envase, a saber, la protección suele estar asegurada por un conjunto de artículos de protección: los artículos empaquetados individuales se ponen en una bolsa de varios, esta bolsa se coloca con otras bolsas en una caja, varias cajas están en una paleta, y esta paleta está envuelta con película de plástico.
A continuación, el embalaje de un artículo se compone de todos estos elementos y no solo del envase primario. Esto debe tenerse en cuenta a la hora de considerar el envasado.
El embalaje está hecho de diversos materiales, cartón, plástico, aluminio u otros metales, madera (principalmente para palets, pero algunos pueden ser de plástico), y también materiales multicapa…
El plástico es ampliamente utilizado para el embalaje debido a su peso ligero y su versality. Se puede moldear en varias formas, tiene varias resistencias dependiendo de su espesor en el tipo de polímero utilizado. Se puede asociar con otros componentes en materiales multicapa para obtener las propiedades objetivo. ¡Parece ser un material mágico!
Sin embargo, como se ve en el Módulo 8 — Hacia un turismo de plástico gratuito, el plástico tiene un impacto muy negativo en el medio ambiente. Menos del 15 % de los envases de plástico utilizados se recogen para el reciclado, y solo el 9 % se recicla, mientras que un tercio se deja en ecosistemas frágiles y el 40 % termina en vertederos.
El reciclaje no es la mejor opción. Es una opción que debe mejorarse para ser eficiente cuando no es posible otra mejor solución.
Según el Foro Económico Mundial, los residuos de envases plásticos representan una pérdida de entre 80 y 120.000 millones de dólares para la economía mundial cada año.
Avanzar hacia una economía circular -en la que no solo utilizamos menos envases sino que diseñamos los envases que utilizamos para que puedan ser reutilizados, reciclados o compostados- significará menos plástico en nuestro entorno compartido. También contribuirá al objetivo de desarrollo sostenible de las Naciones Unidas.