La gestión eficiente de los recursos hídricos por parte del sector turístico es esencial para poder alcanzar la sostenibilidad en el futuro. Los hoteles, junto con otros operadores turísticos, tienen la responsabilidad de no utilizar más agua de la que es absolutamente necesario.
El turismo requiere un aumento significativo de la demanda de agua para cubrir las necesidades de agua potable y de higiene. Por ejemplo, la industria hotelera utiliza grandes cantidades de agua dulce para limpiar toallas y ropa de cama. También se necesita agua dulce para actividades recreativas y deportivas, como en parques acuáticos, piscinas, campos de golf y ríos. Además, la industria turística da lugar a un aumento indirecto del consumo de agua en otros sectores económicos que producen bienes o servicios que forman parte de la cadena de suministro turístico.
La suma de ambos tipos de consumo significa que el consumo de agua de un turista, en términos per cápita, es mucho mayor que el consumo de un residente. De hecho, puede ser doble o triple en los países desarrollados o hasta quince veces mayor en los países en desarrollo.
Se han identificado problemas relacionados con la escasez de agua en todo el mundo. Las razones por las que la industria turística debe participar en prácticas eficaces de gestión del agua son las siguientes: